miércoles, marzo 19, 2008



¡La Mujer y el Resucitado!

Por
© Lupita Vital Cruz

“Entonces les dice Jesús: No tengan miedo. Vayan y avisen a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.” (Mateo 28:10)

Para los cristianos el domingo de Pascua, es el día más importante del calendario litúrgico. Porque creemos que la Resurrección de Jesús lo cambio todo. La palabra tan especial pronunciada el domingo de Pascua es “Aleluya” esta viene de dos palabras hebreas que significan “alabanza al Señor.” Esta palabra expresa el gozo y la felicidad que cada persona que siente por la Resurrección de Jesús.

Imaginémonos caminando al lado de María Magdalena y de la otra María el domingo de Pascua tempranito en la mañana. Ellas iban ansiosas hasta la tumba, donde supuestamente iban a encontrar el cuerpo sin vida de Jesús. Las dos deseaban completar la preparación de su cuerpo de acuerdo al rito judío de aquel tiempo. (Esto consistía en la unción de especias aromáticas para disminuir el mal olor. Estas mujeres asumían que el cuerpo de Jesús se iba a descomponer con el tiempo y estas especias ayudarían a la conservación de sus huesos).

Las dos estaban confundidas y desanimadas por todo lo acontecido, su maestro y amigo Jesús de Nazareth, que tenía una visión nueva, una compasión sin límites. Pero que había sido ejecutado como un criminal y muerto en la cruz. Ellas hubieran deseado que el Reino de Dios hubiera sido grande y que Jesús con su sabiduría hubiera triunfado sobre sus enemigos. Pero todo había terminado tan rápido y tan cruel que ya no había salida El estaba muerto.

¿Cómo crees que es tu vida en esta Pascua? ¿Has estado desanimado y confundido alguna vez en tu vida? Ahora imagínate como estaban ellas.

Y lo peor aún estaba por suceder, llegaron a la tumba…y estaba vacía. ¡Que sorpresa tan cruel! Ellas querían por lo menos ver, tocar, tener su cuerpo y llorarlo. Me imagino, que se vieron una a la otra y sorprendidas se dijeron. “Estamos en la tumba equivocada.” ¿Qué hacer ahora, a dónde ir? ¿A quién preguntar?

Y hasta pensaron que se habían robado el cuerpo. Estaban en todo esto cuando el Angel les dijo. “No tengan miedo, pues sé que buscan a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho.”
Lo sorprendente, lo espectacular y la milagrosa explicación fue que Dios lo había resucitado de la muerte.” El eco de la voz del Angel “no tengas miedo” era el mismo eco de las palabras del Angel que había sacado de dudas a José, cuando Jesús fue concebido en el seno de María. Ahora sacaba a las mujeres de la duda y del miedo al saber que Jesús salio de la tumba resucitado.

Las palabras "no tengan miedo" que ellas escucharon aquella mañana, son las mismas que Jesús nos dice ahora. Y nos invita a sentir esperanza y alivio al saber que El sigue vivo entre nosotros. Por lo tanto, estamos invitados en esta Pascua a creer en Jesús y a llevar las buenas nuevas de su amor a todas las personas que están a nuestro alrededor.

La Pascua es un tiempo especial para aceptar la invitación de Jesús a ser discípulos(as), como María Magdalena que es llamada “la apóstol de los apóstoles.” El mensaje de Jesús es el mismo entonces y ahora. Nuestro reto es el de no hacernos sordos a este mensaje y comprometernos con algo que nos lleve a mejorar nuestra condición de vida.

Todos sabemos que hay muchos problemas en el mundo, en nuestro país, en nuestra Iglesia, en nuestra familia, en fin en la sociedad y que no podemos resolverlos de la noche a la mañana. Pero todos sabemos también que Jesús nos invita a luchar con esperanza y a no tener miedo a comprometernos en la lucha por un mundo donde reine la justicia y el amor.

¿Cuál es nuestra respuesta a las palabras de “no tengas miedo”? ¿Qué podemos imitar de María Magdalena y de la otra María?

El mensaje esta dado para todos(as). “NO TENGAN MIEDO.” ¡Felices Pascuas de Resurrección para el mundo entero!
Vital@dsj.org




lunes, marzo 17, 2008


¿Qué Significa la Semana Santa en un Mundo Sufriente?
Por
© Lupita Vital

“Pues que Yahveh habría de ayudarme para que no fuese insultado, por eso puse mi cara como el pedernal, a sabiendas de que no quedaría avergonzado.” (Isaías 50:7)

Durante la Semana Santa la liturgia se enfoca en el sufrimiento de Jesús. No solamente el sufrimiento físico, que lo llevó hasta la muerte en la cruz, sino también el sentirse abandonado por aquellos que decían que lo amaban y siempre estaban cerca de El. Por lo tanto debemos de estar alertas de no abandonar a Jesús en su sufrimiento, en aquellas personas que sufren en el mundo de hoy. (Los inmigrantes, los niños(as), los ancianos(as), los secuestrados, y los enfermos por mencionar algunos).

Como pueblo de Dios, debemos de ser concientes que constituimos un mundo sufriente. El origen de nuestra resistencia en medio del sufrimiento es nuestra fe y esperanza en que Dios nos ayudará en cada uno de nuestros sufrimientos. Nuestro compromiso al ser seguidores de Jesús es el de mostrar compasión por todo el ser humano que sufre. Transformar nuestro corazón de roca por uno de carne que se compadece.

Durante la Semana Santa las lecturas del profeta Isaías en los capítulos del 40 al 55, nos ayudan a reflexionar en la experiencia de sufrimiento en el exilio del pueblo de Israel. Esto ocurrió en el siglo sexto Antes de Cristo. Las lecturas se enfocan en la figura del Siervo del Señor. El Siervo del Señor es una figura sencilla con una tarea enorme por cumplir.
Establecer la justicia en la tierra, restaurar al pueblo de Dios y ser luz para todas las naciones. Mientras que su identidad para muchos era un misterio, su misión era clara, y estaba junto con la misión del pueblo de Dios. Toda persona debe ser parte de esta misión.
¿Crees tu que somos parte de esta misión en el mundo actual?

Cuando el Siervo comienza hablar en el capítulo 50 de Isaías lo hace de la siguiente manera. Nos dice que somos destinatarios de la revelación de Dios. “El Señor Yahveh me ha dado lengua de discípulo, para que haga saber al cansado una palabra alentadora. Mañana tras mañana despierta mi oído, para escuchar como los discípulos: el Señor me ha abierto el oído.” Y continúa diciendo: “Ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba.” El Siervo representa los sufrimientos de la comunidad exiliada de Israel en Babilonia alrededor del año 538 Antes de Cristo.

La Semana Santa es pues, un tiempo para reconocer a Jesús como el Siervo sufriente que muere en la cruz y se identifica con toda persona que sufre de cualquier edad. Dios directamente desde la cruz por medio de Jesús expreso su solidaridad con todo ser humano que sufre. Por lo tanto si tenemos esperanza y confianza en Dios seremos compensados y resucitados en esta Pascua con Jesús que triunfa sobre el sufrimiento y la muerte.

En resumen, deseo que esta Semana Santa sea un tiempo de acompañar a Jesús que va hacia la cruz. Reflexionemos en las siguientes preguntas:
¿De qué forma nuestros sufrimientos nos hacen más compasivos con los demás?
¿Cómo demuestras esta compasión?
¿Quién te ha ayudado en tus sufrimientos?
El salmo 22 nos da un sentido de la intensidad del sufrimiento de Jesús y de cómo El confió en la justicio Dios.
“Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Unámonos todos en este tiempo tan especial y pidamos por la paz en el mundo que sufre toda clase de vejaciones, tanto en lo que se refiere al ser humano como a la creación entera que nos clama de mil formas por compasión.
Vital@dsj.org
(408)983-0133

viernes, marzo 14, 2008



Encontrando la Sabiduría de la Cruz
Domingo de Ramos
Por
Lupita Vital Cruz

“Y se humilló a sí mismo, tomando obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.” (Filipenses 2:8).
Los discípulos no entendieron la gran magnitud de la cruz mientras Jesús vivió, estos la descubrieron hasta la resurrección. Y fue entonces que la cruz se convirtió en el eje central de su predicación.

El miedo se disipo y el ardor de dar a conocer a Jesús hizo que sus mentes se aclararan y sus corazones rompieran de gozo y de recuerdo.
“Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicará en su nombre la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.” (Lucas 24:46-48).

Desde entonces los cristianos del mundo entero estamos invitados como los discípulos de Jesús a ser testigos de esta esperanza de vida nueva. Pero, ¿está el mundo preparado para entender que por medio de la cruz es que se llega a la vida? ¿Somos de los que abrazamos nuestra cruz con todas sus consecuencias?

Fijémonos lo que celebramos el Domingo de Ramos y démonos cuenta que hay gritos de ovación para la misma persona, y esta es Jesús. Gritos que vienen de las misma muchedumbre unas le ovacionan con ¡Bendito el que viene! ¡Hosanna! Y otros desgarran sus gargantas y enfurecidos gritan ¡Crucifícalo! Las palmas y los ramos muestran la victoria, son signos claros de la muerte en la cruz.

En esta fiesta, se unen la alegría y el gozo la pena y el dolor. Es la mezcla de nuestra humanidad con la ternura de Dios que se enfrenta a su Pasión, por lo tanto se enfrenta con la cruz. Sin embargo debemos de preguntarnos lo siguiente. ¿Qué significado tiene para el mundo moderno la cruz? Y lo que es más ¿Qué significa el Crucificado?

La historia de la humanidad nos enseña la gran controversia que ha existido por la cruz. Para los romanos de la época de Jesús la religión de la cruz, era indigna, perversa y Cicerón expresaba que: “Todo lo que tenga que ver con la cruz debe mantenerse lejos de los ciudadanos romanos, no sólo de sus cuerpos, sino hasta de sus pensamientos, ojos y oídos.”

En nuestros tiempos todo lo que huele a sacrificio nos asusta, y hasta nos pone de mal humor no estamos acostumbrados a crucificarnos por los demás en sus necesidades y miserias. La cruz nos invita a cambiar a dar sentido a nuestra vida a ser humanos con corazón de carne y no de piedra.
La cruz es signo de contradicción, asumirla supone vivir contra la corriente del mundo, supone apostar todo lo que tenemos para solidarizarnos con los que sufren como aquel Crucificado que lo dio todo por amor a cada uno de nosotros. Por eso, no olvidemos que la Semana Santa es para que nos acerquemos a la cruz y al Crucificado. La cruz verdadera le habla al cristiano más de amor que de dolor.
Recordemos lo que San Agustín dijo: “Los hombres signados con la cruz pertenecen ya a la gran casa.”

En concreto la sabiduría de la cruz es la gracia de Dios que se une cada día al sufrimiento humano y al fundirse la gracia con el sufrimiento es que se encuentra el gozo del verdadero amor del Crucificado. Y queramos o no, si acepatamos a Cristo como centro de nuestra vida, estamos aceptando la cruz con todas sus implicaciones. Y la principal es la de amar sin medida.

Bibliografía:
Vida y Misterio de Jesús de Nazaret por José Luis Martín Descalzo publicado por Ediciones Suigueme

lunes, marzo 03, 2008


Las alegrías y las Lágrimas en la Catequesis de los Adultos
Por
Lupita Vital

Canto: Juntos Como Hermanos(as).
Juntos como hermanos,
Miembros de una Iglesia
vamos caminando
al encuentro del Señor.

Analicemos y pensemos lo siguiente:
Como la experiencia de la catequesis de los adultos, aquí, en los Estados Unidos debe de llevarnos a un crecimiento espiritual. Y por medio de este cada persona adulta hispana pueda vivir y transformarse en mejor ser humano por medio de la fe que profesa.

Ojalá que toda nuestra enseñanza como catequistas, líderes, discípulos(as), ministros etc. lleve como fin lo siguiente:

Reconocer nuestro llamado (vocación) de parte de Dios por medio de la Historia de la Salvación.

Ver nuestras lágrimas y alegrías por medio de esta historia.

Saber como aplicar estos acontecimientos en la catequesis de los adultos.

Saber discernir estos acontecimientos para aplicarlos a la cultura, multicultural que estamos viviendo en la actualidad en nuestras parroquias.

Para alcanzar una experiencia profunda de renovación, logrando una catequesis transformadora. Donde el centro de nuestros sufrimientos y alegrías sea CRISTO.

Ayudar al adulto a ubicarse como cristiano comprometido en está nación teniendo como base extender el Reino de Dios en medio de sus frustraciones y esperanzas.

El Papa Juan Pablo II nos recordaba en el Documento Ecclesia in América # 15 que:

“Los Beatos y Santos de América acompañan con solicitud fraterna a los hombres y mujeres de su tierra que, entre gozos y sufrimientos, caminan hacia el encuentro definitivo con el Señor.”

La catequesis debe ser una experiencia reveladora del amor de Dios por medio de Jesús en los sacramentos donde se llegue a una intimidad desde el corazón como nos lo dice el DGC en su # 80.
“El fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo.”

Canto: Santa María del Camino. O Oh María, Madre Mía.

♫ Oh María , madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial; amparadme y guiadme a la patria celestial. ♫

Entonces la catequesis de los adultos debe de contar con los siguientes elementos. Veamos algunos:

Los adultos mejoran su aportación cristiana al tener sentido de la historia –solo así podremos formar una comunidad que asimila su pasado y se compromete con el futuro

Hay que usar el pasado para transformar nuestro futuro en la catequesis. Siendo adultos honestos que al saber lo que hemos sufrido en el pasado nos comprometamos a luchar por un futuro mejor.
El reto es saber renovar nuestras ideas antiguas con referencia a la catequesis, para lograr la libertad con ideas nuevas - Resucitar

Saber discernir nuestra historia en la catequesis, el camino andado para ser buenos colaboradores con los retos nuevos que esta implica.

Pero la pregunta que nos hacemos siempre es.

¿Cómo catequizar a los adultos con efectividad?

¿Cómo podemos estar juntos para animar a los adultos a caminar con esperanza?

Las seis dimensiones o tareas de la catequesis, son importantes ya que constituyen un todo integral donde la catequesis logra sus objetivos. El principal objetivo es, formar discípulos(as) de Jesucristo. Estas tareas son necesarias para alcanzar el desarrollo pleno de la fe cristiana en los adultos. (DNC Página 70)

Conocimiento de la fe
Catecismo de la Iglesia Católica # 26-1065
Directorio General para la Catequesis # 84-85,87
Directorio Nacional para la Catequesis capítulo 7, las metas de la Catequesis de los adultos

Vida Litúrgica
Catecismo de la Iglesia Católica # 1066-1690
Directoria General para la Catequesis # 84-85,87
Directorio Nacional para la Catequesis capítulo 5

Formación Moral
Catecismo de la Iglesia Católica # 1691-2557
Directorio General para la Catequesis # 84-85,87
Directorio Nacional para la Catequesis capítulo 6 # 44
Oración
Catecismo de la Iglesia Católica # 2558-2865
Directorio General para la Catequesis # 84-85, 87
Directorio Nacional para la Catequesis capítulo 5 # 34

Vida Comunitaria
Directorio General para la Catequesis # 84, 86-87
Directorio Nacional para la Catequesis capítulo 4 punto G

Espíritu Misionero
Directorio General para la Catequesis # 84, 86-87
Directorio Nacional para la Catequesis capítulo 2

Me gustaría agregar una tarea más y es la siguiente.

Compromiso
a llevar a la catequesis la riqueza de nuestra cultura con sus lágrimas y esperanzas con sus limitaciones y alegrías, con su fe y tradición.
Donde su centro sea Cristo y la Virgen María nuestra compañera del camino. Al estilo de las primeras comunidades cristianas.

Donde el ser catequista sea vocación y no entretención para pasarla bien. La Iglesia de Estados Unidos necesita catequistas comprometidos, catequistas estudiosos, hombres y mujeres de oración, que vivan su compromiso de bautizados como una respuesta.


El Salmo 126 nos invita a soñar con Dios, recitémoslo como oración final:

Cuando Yahveh hizo volver a los cautivos de Sión,
como soñando nos quedamos;
entonces se llenó nuestra boca
y nuestros labios de gritos de alegría.

Entonces se decía entre las naciones: ¡Grandes cosas
ha hecho Yahveh, con éstos! Hispanos.
¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros Yahveh,
el gozo nos colmaba!

¡Haz volver, Yahveh, a nuestros cautivos. Inmigrantes de todas las naciones,
como torrentes en el Négueb!
Los que siembran con lágrimas
Cosechan entre cánticos.

Al ir, van llorando,
llevando la semilla. Sus esperanzas
al volver, vuelven cantando
trayendo sus gavillas.

Canto:

♫Mientras recorres la vida tu nunca solo estas contigo por el camino Santa María va. Contigo por el camino Santa María va. ♫

©Lupita Vital
Vital@dsj.org
408-9830133

A todas las personas que asistieron al Congreso de Educación Religiosa en los Angeles, les doy las gracias por haber estado ahí y por haber nutrido mi fe con su alegría.



LOS ANGELES CONGRESO DE EDUCACION RELIGIOSA
1 de Marzo de 2008

Catequizando desde la Liturgia Dominical

Por
© Lupita Vital
Vital@dsj.org


Reflexionemos en lo siguiente.
Como la experiencia de la Misa, la Eucaristía de todos los días, la de los domingos y la de siempre desde el principio hasta el fin nos lleve a:

• Una experiencia de paz y justicia del Reino de Dios
• Una experiencia de relaciones más justas entre nosotros
• Una experiencia de identidad profunda personal

Una experiencia, profunda de renovación, formada por la transformación de la paz de CRISTO, la paz de DIOS. No mi paz, no nuestra paz.

La Misa como una experiencia del Reino de Dios, el banquete celestial, vida eterna HOY, y todas las relaciones que van junto con esto como:

Toda la reconciliación, sanación, dadora de vida y regocijo
• Todas las relaciones correctas y bien intencionadas
• Donde las personas marginadas, sean bienvenidas y acogidas con honestidad
• Donde no haya distinción de razas ni culturas
• Donde los sin techo encuentren un hogar
• Donde los pecadores se vean libres de sus pecados
• Donde los enemigos se reconcilien
• Donde los regalos del Espíritu de cada persona sean necesitados y valorados y sean puestos al servicio de los demás
• Donde el miedo es disipado, donde todos estemos seguros, donde la singularidad de cada persona sea respetada.
• Donde los inmigrantes encuentren paz, amor y seguridad


La Misa es una experiencia, a la invitación de la paz de DIOS, invitación de Dios para una alternativa al status quo para lo que fue creada la persona humana. Cabe preguntarnos ahora:

¿Qué estamos experimentando en la actualidad en nuestras Misas?
¿Qué estamos practicando en la actualidad? ¿Qué estamos haciendo hoy día?
¡Vivamos el hoy demostremos que nos hemos transformado con una verdadera paz de CRISTO para el mundo de hoy!

Canto: ¡Qué alegría cuando me dijeron!

1. Nosotros nos reunimos
Porque pertenecemos a CRISTO
El agua es más densa que la sangre,
no judío no griego, no hispano no anglo, todos somos uno en CRISTO JESUS. Este es un baño bautismal común, radicalmente iguales, con un hogar común en una realidad multicultural. Rodeados por toda una comunidad, que pertenece a CRISTO unidos e incrustados en su CUERPO.
Desconsoladamente……………Muertos
Somos compañeros(as) en el Misterio Pascual de CRISTO.

No estamos dispersados, destrozados,
pertenecemos a CRISTO y uno al otro
no por mucho tiempo estaremos separados de CRISTO.

La Misa es una experiencia de acordarse, de memoria, de un encuentro cada vez nuevo donde nosotros somos y donde sabemos quienes somos nosotros.

En la Misa es donde encontramos el profundo origen de la paz, de la justicia y de la igualdad.

El propósito del canto de entrada, es que nos sintamos bienvenidos, apreciados, invitados(as) a participar, todas las personas pertenecemos a ese lugar; ese es nuestro hogar. ¿Eso hacemos sentir a las personas cuando llegan a Misa?

La SENAL DE LA CRUZ nos recuerda nuestra igualdad y que estamos rodeados por los caminos de Dios, por la visión de Dios y nos muestra el como debemos vivir.

Nosotros somos su cuerpo, por lo tanto no estamos poseídos sino amados.
No somos perfectos, sino perdonados.
Yo reconozco mis pecados, mi necesidad del perdón de Dios y de su integridad total en mi.

Aquí está la justicia de Dios. Es aquí donde encuentro mi paz junto con mis hermanos y hermanas de toda raza y colores. En mi necesidad de perdón.

Por lo tanto ahora recordamos que somos un solo Cuerpo.
Rodeados de nuestra separación, nuestra división de cada uno.
Y acuérdate que somos un solo CUERPO.

2. NOSOTROS ESCUCHAMOS Y DAMOS LA BIENVENIDA A CRISTO.

El Señor es mi pastor, nada me falta.

Yo estoy rodeado de mis sentimientos y de mis necesidades.
Yo estoy abierto(a) para ser formado y transformado por Dios para mantenerme dentro como miembro vivo en su CUERPO.

¿Es lo qué la comunidad necesita de escuchar?

Escucha esto. “Alégrate, Jerusalén, y todos los que la aman, reúnanse, Regocíjense con ella todos los que participaban de su duelo y quedarán saciados con la abundancia de sus consuelos.” (Isaías 66:10-11)

El Señor es mi pastor, nada me falta.

El prepara una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos, me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. (Salmo 22)

Hermanos y hermanas, nuestra radicalidad e igualdad una vez más juntas.
Es la voluntad de Dios nuestro Salvador que todos seamos salvados y de tener el conocimiento de la verdad.
Porque solo tenemos un Dios un solo mediador, que es CRISTO Jesús, que se dio a si mismo como rescate para…

Aquí está la abundancia y la justicia de Dios:
Dios no está esperando a que seamos perfectos, nosotros seremos perfectos hasta que “estemos con Dios.” Es entonces que seremos perfectos.

Mientras tanto, seguiremos siendo pecadores(as). Gracias a Dios que CRISTO murió por nosotros, y de este modo alcanzamos el perdón.

La justicia de Dios es siempre primero, está desparramada por lo largo y lo ancho del mundo, es generosa y va más allá de toda medida.
Si esto no nos sirve de modelo para nuestras propias vidas. Para que estamos viviendo.
Es por esto que cada uno de nosotros debemos de tomar la iniciativa de amar primero, de perdonar primero, de ir en busca de las personas antes que vengan a buscarnos, de quitar la envidia y el rencor de nuestras vidas primero que todo.

Aquí es el momento de la paz y la reconciliación, mientras nosotros seguimos pecando, CRISTO murió por cada uno de nosotros.

Mientras que en el Evangelio se nos dice claramente que: “Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No puedes servir a ambos a Dios y al dinero. (Mateo 6:24) ¡Imposible!

Lo más importante en la Misa es que los sacerdotes con sus palabras hagan el vínculo entre la realidad de sus vidas y las realidades del Evangelio.

Ellos pueden ayudar a las personas a ver como Dios en CRISTO JESUS se identifica el mismo con las realidades humanas del dolor y de la alegría.

Nos reunimos en la Eucaristía, esperando una palabra que nos lleve a encender la chispa de nuestra fe y que nos ayude a reconocer una vez más la presencia del Dios amoroso en nuestras vidas.

Vamos con la expectativa de escuchar la PALABRA del Señor para que nos ayude una vez más a ver el significado de cómo está PALABRA penetra en nuestras vidas, y así estar dispuestos a decir con fe y convicción.
Levantemos el corazón. ¡Lo tenemos levantado hacia el Señor!
Demos gracias al Señor, nuestro Dios. ¡Es justo y necesario!

Credo.
Plegaria Universal (Oración de los fieles).
Por las necesidades del mundo.
Como nosotros amamos a nuestros enemigos. (Aquí es donde se hace justicia.
Oramos también por todas las personas en necesidad.
Despido de los Catecúmenos;
Los bautizados (pueblo sacerdotal) se queda dentro de la Iglesia para continuar alabando al Señor.

NOSOTROS REUNIMOS LOS REGALOS DE LA CREACION Y PREPARAMOS EL ALTAR.

Regalo de Pan de trigo triturado (machacado)
Regalo de Uvas trituradas (machacadas)
¿Es esto lo qué preparamos cada vez que asistimos a Misa?
Todo tiene que estar transformado
Reunimos los sufrimientos y el hambre de cada corazón humano.

3. EN UNA PROFUNDA ALABANZA Y ACCION DE GRACIAS HACIA EL PADRE, RECORDANDO EL MISTERIO PASCUAL DE CRISTO, ES QUE NOSOTROS ENCONTRAMOS NUESTRA REALIDAD AHORA.

Nosotros damos gracias a Dios y alabanzas,
Experimentamos al estar juntos el banquete celestial preparado para cada uno.

“Te damos gracias, Dios nuestro y Padre todopoderoso,
por medio de Jesucristo, nuestro Señor,
y te alabamos por la obra admirable
de la redención. Pues, en una humanidad dividida
por las enemistades y las discordias,
tú diriges las voluntades
para que se dispongan a la reconciliación.
(Plegaria Eucarística sobre la Reconciliación II).

Vive la Eucaristía
Construye el reino de Dios, de justicia y paz.

“Señor, que este sacrificio, por el cual tenemos nuestra paz contigo, sea de avance por la paz y la salvación para todo el mundo.”

Abre, Señor nuestros ojos a las necesidades de todos, inspira en nosotros palabras y hechos para confortar a aquellos que están atribulados y se sienten abrumados. Mantén nuestro servicio para otros fieles y que seamos ejemplo para llevarlos a CRISTO.

Deja que tu Iglesia sea un testigo viviente de verdad y libertad, para la justicia y paz, que todas las personas levanten su esperanza para que el mundo sea nuevo.

¡Alza tu Mirada… Vuelve a Mirar! ¿Te dice algo el tema del congreso? ¿Crees tu qué está relacionado con la Eucaristía?

Padre Nuestro
Que tu reino venga
Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos…

La paz les dejo, mi paz les doy,
no como el mundo se las da,
la paz del Señor este siempre con ustedes.
Ofrezcámonos unos a otros el signo de la paz.

La paz de CRISTO es lo que pido para todos ustedes.
Ustedes me bendicen con la paz de CRISTO y por eso somos uno.
Nuestra vedad misma esta en la presencia de Dios.

4. Comemos y bebemos el propio cuerpo y sangre de CRISTO junto uno de otro.
Comemos y bebemos la cruz y la resurrección,
nuestra intima unión con CRISTO y junto uno del otro.

Un momento de silencio para pensar en lo profundo de esta realidad

SOMOS ENVIADOS PARA LA VIDA DEL MUNDO

Bendito, bendito, bendito sea Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios.

Adoro en la hostia el cuerpo de Jesús,
Su sangre preciosa que dio por mí en la cruz,
Su sangre preciosa que dio por mí en la cruz.
(Tradicional)

5. Nosotros estamos bendecidos porque:
El Padre de las misericordias nos ha dado un ejemplo de su amor sin egoísmo con sufrimiento de su único Hijo.
Que a través de tu ministerio al servicio de Dios y de tu vecino recibas incontables bendiciones.

Tú crees esto porque CRISTO muriendo destruyo la muerte para siempre. Que El nos de vida eterna.
El tomo amablemente nuestras culpas,
que sigamos su ejemplo
y compartamos su resurrección.

La Misa ha terminado. Vete en paz
se esta paz, se esta realidad de la justicia de Dios,
trae esta paz y justicia
Se su cuerpo.

Individualmente y como comunidad nos vamos a vivir la paz que hemos recibido.
Vete se el cuerpo CRISTO, se la sangre de CRISTO. Lava los pies.

Bendito, bendito, bendito sea Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios.

Adoro en la hostia el cuerpo de Jesús,
Su sangre preciosa que dio por mí en la cruz,
Su sangre preciosa que dio por mí en la cruz.
(Tradicional)

A todas las personas que asistieron al Congreso de Educación Religiosa les deseo lo mejor y muchas gracias por su presencia. Ustedes me llenaron de alegría y nutrieron mi fe con su entusiasmo.

© Lupita Vital Cruz
Vital@dsj.org
(408) 983-0133