¿Qué tiene que ver el Miércoles de Ceniza con la Cuaresma?
La temporada
de Cuaresma se enfoca principalmente en dos aspectos de la vida Cristiana.
Primero, recordamos nuestro Bautismo y reflexionamos sobre este junto con
aquellas personas que se preparan para ser bautizadas.
Segundo,
analizamos que tan bien o pobremente hemos vivido nuestras promesas
bautismales. Así, pues, observamos con más intensidad las disciplinas
penitenciales cristianas con tal de vivir más fielmente las promesas que
hicimos, o vamos a hacer, en el Bautismo. Al hacer énfasis en estos dos puntos,
la Iglesia se prepara para la gran temporada de Pascua cuando aquellas personas
que no son cristianas todavía son bautizadas y los ya cristianos renuevan sus
promesas bautismales.
Debido a que
frecuentemente fallamos en vivir nuestro llamado bautismal pecamos de formas
que afectan nuestra relación con Dios, con nuestro prójimo, y con el mundo. Por
esa razón, la penitencia Cuaresmal no solamente busca la conversión interna y
la obediencia a Dios sino también signos de una reconciliación externa con la
Iglesia, con la sociedad, con las personas a nuestro alrededor, y la creación.
De tal manera, la Iglesia nos invita a seguir más intensamente tres
disciplinas: la penitencia, oración, ayuno, y actos de caridad.
Ceniza
La Cuaresma
da comienzo con el Miércoles de Ceniza, y es bueno recordar que la ceniza no es
magia ni tampoco un Sacramento. Es un sacramental, por el cual la Iglesia nos
invita a reconciliarnos y a pedir perdón. La Cuaresma, es el momento de mostrar
nuestro crecimiento espiritual desde el fondo de nuestro corazón, es el momento
de responder a la gracia de Dios, desde lo profundo nuestra humanidad.
La Iglesia
nos enseña que los sacramentales son señales de fe y que los símbolos
cristianos tienen significado. La costumbre del pueblo Hispano de tener objetos
benditos de decir oraciones especiales, y de hacer y vivir signos, es muy
antigua.
El Vaticano II, nos dice que, “Revísense los sacramentales, teniendo en cuenta la norma fundamental de la participación consiente activa y fácil de los fieles, y atendiendo a las necesidades de nuestros tiempos.” (SC número 79). El Catecismo de la Iglesia Católica en su (número 1667-1679) nos da pautas importantes a seguir y a poner atención de que en los sacramentales se debe de considerar la importancia de la catequesis en la piedad de los fieles dentro de la Religiosidad Popular, y de las diversas culturas que atienden a la celebración de la Ceniza.
El Vaticano II, nos dice que, “Revísense los sacramentales, teniendo en cuenta la norma fundamental de la participación consiente activa y fácil de los fieles, y atendiendo a las necesidades de nuestros tiempos.” (SC número 79). El Catecismo de la Iglesia Católica en su (número 1667-1679) nos da pautas importantes a seguir y a poner atención de que en los sacramentales se debe de considerar la importancia de la catequesis en la piedad de los fieles dentro de la Religiosidad Popular, y de las diversas culturas que atienden a la celebración de la Ceniza.
Oración
Durante la
Cuaresma, somos motivados a participar más frecuentemente en la Eucaristía, no
solo los domingos pero también los días tradicionales cuando se observa la
penitencia, como el viernes. Este es un tiempo especialmente benéfico para
celebrar el Sacramento de la Penitencia así como otras liturgias de la Iglesia,
tal como Noche de Oración y adoración y bendición del Santísimo Sacramento.
Otras devociones como las estaciones del vía crucis, vigilias, y servicios de
oración, son recomendadas. Prácticas individuales también son sugeridas tales
como la oración diaria, leer la Sagrada Escritura, la lectura espiritual, dar
limosnas, privarse de gustos personales, y cuidar y dar servicio a los enfermos
y a los pobres.
Ayuno y Abstinencia
Ayuno y Abstinencia
Negarse o
limitarse en las comidas es una práctica tradicional de penitencia. Durante la
Cuaresma, todas las personas de 18 años en adelante y hasta al día siguiente de
haber cumplido 59 años, están obligadas a observar el ayuno y abstinencia el
Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
El ayuno consiste en una comida al día sin carne roja. Se pueden consumir otras dos comidas pequeñas que no contengan carne. Pero estas dos, juntas, no deben de equivaler a una comida completa. Los líquidos, como la leche y el jugo, se pueden tomar entre comidas. Si la salud o el trabajo se ven afectados, la persona no está obligada a ayunar. Se recomienda que las personas observen, de manera privada, el ayuno todos los días de la Cuaresma.
Los párrocos y los padres de familia deben de asegurarse que los niños, quienes no están sujetos a las reglas del ayuno y la abstinencia, sean catequizados en el sentido auténtico de la penitencia, la conversión, y la reconciliación. La abstinencia de comer carne se observa solamente el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo y si es posible todos los viernes durante Cuaresma. Todos los fieles están sujetos mediante las leyes de la Iglesia a abstenerse de comer carne a partir de los 14 años de edad.
Deberes de la Pascua y la Sagrada Comunión
El ayuno consiste en una comida al día sin carne roja. Se pueden consumir otras dos comidas pequeñas que no contengan carne. Pero estas dos, juntas, no deben de equivaler a una comida completa. Los líquidos, como la leche y el jugo, se pueden tomar entre comidas. Si la salud o el trabajo se ven afectados, la persona no está obligada a ayunar. Se recomienda que las personas observen, de manera privada, el ayuno todos los días de la Cuaresma.
Los párrocos y los padres de familia deben de asegurarse que los niños, quienes no están sujetos a las reglas del ayuno y la abstinencia, sean catequizados en el sentido auténtico de la penitencia, la conversión, y la reconciliación. La abstinencia de comer carne se observa solamente el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo y si es posible todos los viernes durante Cuaresma. Todos los fieles están sujetos mediante las leyes de la Iglesia a abstenerse de comer carne a partir de los 14 años de edad.
Deberes de la Pascua y la Sagrada Comunión
Todos los
fieles, después de haber hecho su Primera Comunión, están obligados a comulgar
por lo menos una vez al año. Este precepto se debe de cumplir durante la
temporada de la Pascua a menos que esta regla sea cumplida durante cualquier
otra temporada del año si existe una explicación justa. En los Estados Unidos,
conforme a esta regla, la temporada de Pascua comienza el Primer Domingo de
Cuaresma y concluye el Domingo de la Santísima Trinidad (el Domingo después de
Pentecostés).
Sacramento de la Penitencia
Sacramento de la Penitencia
Después del
Bautismo y de hacer un examen cuidadoso de conciencia, los fieles Cristianos
están obligados a participar en el Sacramento de la Penitencia, si es que
existe conciencia de pecado grave que no ha sido reconocido y confesado
individualmente. Se recomienda que los pecados veniales sean también
confesados. Los fieles adultos que ya tienen un entendimiento del pecado están
obligados a confesar sus pecados graves al menos una vez al año.
Lo más importante en esta temporada de Cuaresma es el saber girar nuestro corazón a Dios y darnos cuenta que la ceniza que ponemos en nuestra frente al comenzar la Cuaresma no es magia, ni mucho menos un mito. Es, sin embargo, un compromiso que nos lleva y acerca cada día más al Señor.
Lo más importante en esta temporada de Cuaresma es el saber girar nuestro corazón a Dios y darnos cuenta que la ceniza que ponemos en nuestra frente al comenzar la Cuaresma no es magia, ni mucho menos un mito. Es, sin embargo, un compromiso que nos lleva y acerca cada día más al Señor.
©Lupita Vital
vital@dsj.org