martes, diciembre 06, 2016




La Palabra se Hizo Carne y Vivió entre Nosotros
 
Al comenzar a prepararnos para celebrar el Adviento, automáticamente estamos caminando con María para recibir al Señor Jesús, y por lo tanto debemos de preparar y esperar tal como lo hizo ella. No podemos llegar a la Navidad sin ver la grandeza del “Sí” de María. La Biblia nos dice que apenas unos cuantos días de embarazo la Virgen María fue presurosa hasta las montañas ubicadas en Judá, para visitar a su prima Isabel. (Lucas 1:39-56).

La Iglesia
nos invita a celebrar a la Virgen María desde el 21 de noviembre. En esta fecha se festeja la Fiesta de la Presentación de María al Templo. Desde este tiempo se puede tener un poco el sabor del Adviento, ya que es Ella la que nos trae y lleva a Jesús para un cambio en nuestra vida.

En diciembre celebramos dos grandes fiestas de la Virgen María, que son la Inmaculada Concepción de María y cuatro días después celebramos con gran fervor la Virgen de Guadalupe Patrona de las Américas. No cabe duda es María la portadora del Adviento.
¿Pero cómo podemos aumentar nuestra espiritualidad Mariana? ¿Qué podemos admirar en María que nos ayude a llegar a Jesús? ¿Cómo nos enseña María a practicar la justicia en nuestra comunidad, familia y sociedad?

Los siguientes
puntos nos pueden ayudar a completar nuestra jornada de Adviento, guiados por María.

María fue una persona que supo encarnar al Hijo de Dios dándole la vida y siendo su discípula fiel hasta la cruz, por lo tanto debemos de reflexionar a fondo en la forma en que Ella respondió al ángel en la Anunciación (Lucas 1:26-38). María amó hacer la voluntad de Dios durante toda su vida y en esta ocasión brotó como fuente de agua cristalina el amor interno en el “Sí” y se hizo externo para alegría de todos nosotros.
¿Cómo es tu relación personal con Dios? ¿Puedes dar un si externo a lo que Dios te pide cada día de tu vida?

María supo
esperar y a la misma vez estaba presente en la hora de Dios. O sea viviendo el tiempo presente de su tiempo. No fue una mujer pasiva sino todo lo contrario, hace realidad su experiencia de Dios en su jornada de fe. Lo demuestra acompañando a Jesús desde el momento de su concepción hasta el pie de la cruz.
¿Cómo es mi relación con la Virgen maría? ¿De qué forma veo y utilizo el tiempo? ¿Cuándo me detengo para apreciar la creación que me rodea? ¿Qué debo transformar en este tiempo de Adviento para mejorar mi vida?
María mujer de esperanza y gozo nos enseña la forma de ver continuamente la providencia de Dios en los sucesos de la vida cotidiana. Ella nos invita a descubrir dentro de nosotros mismos la apertura a los planes de Dios en la vida de cada uno de nosotros.
¿Dónde ve usted la providencia de Dios en su vida? ¿Cree usted que todo lo puede y que Dios es solamente para los momentos difíciles en la vida?

Deseo que
en esta segunda semana de Adviento giremos nuestro corazón hacia María que nos lleva a su Hijo Jesús. Seamos personas de esperanza y consuelo en este tiempo de crisis y de violencia. No, nos desesperemos Dios no nos abandona y la Virgen María es nuestra fiel compañera del camino. Es tiempo de proclamar con alegría. “Ven Señor Jesús.”


Oración de Adviento
María, madre del amor,
quedate con nosotros
mientras esperamos
a tú Hijo amado.
Enseñamos la paciencia de tu amor.
De esta manera caminaremos contigo
durante este Adviento.
Amén.