martes, marzo 22, 2005

Corre, corre...

Corre, corre, que se comen a Jesús y no nos dejan nada.

Por Lupita Vital Cruz

Image hosted by Photobucket.comCorre, corre, que una niña se esta comiendo a Jesús y no nos dejará nada. Me gritaban asustados los niños(as), del segundo grado que se preparaban para hacer su primera comunión. Estábamos todos(as) afuera de la Iglesia para entrar en la procesión. Cuando de pronto una pequeña de cuatro años tomo las hostias sin consagrar que estaban en la mesa de las ofrendas. Sin más y con sus dos manos se las llevo a la boca provocando el desconcierto de todos(as).

Esta anécdota me ha ayudado a reflexionar seriamente, y me lleva a pensar que si todos nos comiéramos a Jesús con la avidez que esta niña lo hizo, el mundo sería diferente. Es tan difícil convencernos de las palabras de Jesús cuando nos dice; “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo” (Juan 6, 51).

Este Jueves Santo una ves más celebraremos la institución de la Eucaristía. Una ves más el Señor Jesús nos da su cuerpo para que no tengamos hambre, y podamos continuar nuestro peregrinaje hasta llegar a El.

Con esta cena de amor el Señor Jesús nos dice que:
  • Dios es amor, y al creer esto debemos vivir dando amor a los demás
  • El Señor Jesús nos dio ejemplo de como servir
  • El amor y la caridad fraterna vale la pena hacerlo vida

La Celebración de la Eucaristía, es una comida para toda la familia. Es un banquete que nos ayuda a tener intimidad con Dios. No perdamos de vista que es el Señor Jesús el que estrecha esta unión. Por lo tanto celebremos con alegría y amor este Jueves Santo. Ojalá que todos(as), corramos y tomemos al Señor Jesús y lo comamos con la avidez que la niña lo hizo.

Desde octubre del 2004 hasta octubre del 2005 el Papa Juan pablo II declaro año de la Eucaristía. Si desea reflexionar más sobre la Eucaristía, y vibrar con la Iglesia universalmente lea la Carta Apostólica Mane Nobiscum Domine.

Sabias que

Image hosted by Photobucket.comJóvenes, Niños(as) y Adultos les recuerdo que, esta Semana Santa estamos llamados(as) a compartir la Pasión de Cristo, para tener nueva vida en EL.
Por Lupita Vital

Las semanas de la cuaresma pasaron volando, las oportunidades que tuvimos para reconciliarnos con Dios, la familia, la naturaleza y con nosotros(as) mismos(as), culminarán con el Triduo Pascual.

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos. Las palmas benditas que llevamos a casa nos recuerdan que Cristo debe ser el Rey de nuestras vidas y que viene a salvarnos.

En la comunidad Hispana se tiene la costumbre de hacer figuras de cruces con las palmas benditas, luego se colocan en algún lugar notable en el hogar. Esto significa que la cruz tiene el poder de no dejar entrar el mal en nuestras vidas. Por lo tanto Jesús es el Rey y defensor ante las adversidades.

El Jueves Santo, recordamos la forma de como Jesús celebró la última cena con sus discípulos. Cada Jueves Santo Jesús quiere que recordemos que El es nuestro “Cordero Pascual”. Todos sabemos que en la forma de pan y vino Jesús se nos da como alimento eucarístico. [1]

En la comunidad Hispana el Viernes santo es muy especial, y de muchas formas y variadas se representa la Pasión del Señor, con tradicionales Vía Crucis por las calles de villas, pueblos o ciudades. El pueblo Hispano se identifica con el Jesús sufriente y abandonado, y lo acompaña en su Pasión. Es impresionante ver como con el sufrimiento el pueblo vive la fe con más fervor.

El Sábado Santo, se recuerda a la Virgen María o mejor conocida como la Dolorosa que no se mueve de junto a la cruz. Se le da el pésame y se pide por todos los que sufren, los pobres, los enfermos, los que están en la guerra, los inmigrantes y por los moribundos.

La Vigilia Pascual, tiempo especial para recordar la historia de la salvación del pueblo de Israel. Y el pueblo nuevo recuerda que junto con Jesús celebra su liberación y salvación. La temporada Pascual es un tiempo de regocijo, de experimentar el triunfo de Jesús Resucitado.

El Domingo de Pascua de Resurrección es la fiesta más grande del año litúrgico. [2] La Iglesia se alegra con todos(as) los/las catecúmenos que celebraron los sacramentos de iniciación cristiana, en la noche de la Vigilia Pascual.

La fiesta continua, y a los 40 días de la Resurrección se celebra la fiesta de la Ascensión del Señor a los cielos. Y diez días después de la Ascensión es la fiesta de Pentecostés o venida del Espíritu Santo.

A todos los/las Hispanos(as), de la Diócesis de San José y del mundo entero, les deseo unas felices Pascuas de Resurrección, espero que siempre recuerden que Jesús Resucitado camina con nosotros(as).

--------------------------------------------------------------------------------

[1] Véase “Los Sacramentos Serie bilingüe Familia de Dios,” por la Hermana María de la Cruz Aymes y Rdo. Francis J. Buckley, S.J. ( Tabor Publishing Allen Texas, 1990) 93-94. volver

[2] Ibid 93. volver