lunes, diciembre 03, 2007




¿Estamos Preparados para Recibir a Cristo?


Por
Lupita Vital C.

Todos sabemos que con el tiempo de Adviento da comienzo un nuevo año litúrgico. Estamos iniciando el año “A” escucharemos las lecturas del Evangelio de San Mateo. El evangelista nos ayudará a ver la doble índole de este tiempo que nos prepara a la Navidad. La Navidad conmemora la primera venida del Hijo de Dios para salvar a la humanidad. Y a la vez nosotros debemos de preparar nuestra vida y esperar con esperanza la segunda venida de Cristo, al final de los tiempos.

La Iglesia se prepara a la Navidad durante estas cuatro semanas de Adviento permaneciendo despierta y en oración. Para ello cuenta con tres grandes modelos a seguir, con su ejemplo ellos nos ayudarán a encontrar la luz que es Cristo. Estos modelos de fe, esperanza, y amor son; el profeta Isaías, Juan Bautista y María. Los tres nos invitan, cada uno en su forma de ser a que deseemos ardientemente que venga Jesús nuestro Salvador.

En el primer domingo de Adviento, Isaías nos ayuda a comprender como se cumplen las profecías en Cristo. Su mensaje invoca la liberación que viene del cielo y de la tierra, de Dios y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

En el segundo y tercer domingo de Adviento, Juan Bautista se presenta como el precursor del Señor, que vendrá a bautizarnos en el Espíritu Santo y fuego. Por lo tanto, si deseamos ese fuego del Espíritu debemos de preparar el camino del Señor cambiando nuestra conducta y haciendo buenas obras. Porque, acuérdate ”Ya el hacha está a la raíz de los árboles, y todo árbol que no de fruto, será cortado y arrojado al fuego.” (Mateo 3:1-12)

En el cuarto domingo de Adviento, María es la gloria de Jerusalén, la alegría de Israel y en la actualidad el gozo de todos nosotros para esta Navidad. En ella se cumple todo lo que se había dicho de parte de Dios. El Antiguo Testamento culmina con la figura de María como Madre de Dios y de toda la humanidad. El prefacio del cuarto domingo de Adviento nos dice que; "En ella, madre de todos los hombres, la maternidad, redimida del pecado y de la muerte, se abre al don de una vida nueva."

Tengamos en cuenta, pues, que el Adviento nos prepara para esperar y recibir dignamente a Cristo Jesús, cuya venida en la historia recordamos en la Navidad. Pero tambien debemos estar alertas bien despiertos y limpios para seguir preparando la segunda venida del Señor al final de todos los tiempos.

Las celebraciones litúrgicas que nos invita la Iglesia en este tiempo de adviento son para que nos preparemos y nos convirtamos desde lo profundo del corazón, porque ya llega el ¡Señor! Adviento es por lo tanto el tiempo de la gran esperanza en medio de la oscuridad.

Aunque, andemos muy ocupados con todas las celebraciones de Navidad que según nosotros son para darnos alegría y paz, pero que casi todo el tiempo solo nos dejan dolores de cabeza y un cansancio físico que parece no terminar. Démosle una miradita al boletín parroquial y veamos que se nos está invitando a las celebraciones penitenciales de --Adviento--el gran regalo que Jesús espera de nosotros es que nos reconciliemos y le demos tiempo a El, después de todo lo que celebramos es su cumpleaños. ¿Verdad? ¡La Navidad es eso precisamente, celebrar el cumpleaños de Jesús!