jueves, enero 18, 2007

Breve Cápsula del Evangelio de San Lucas
Por
Lupita Vital Cruz

Recordemos que este año es el ciclo “C” y escucharemos el Evangelio de San Lucas en nuestras celebraciones dominicales. Este breve escrito es para mencionar algunos matices de este tercer Evangelio.

El Evangelio de San Lucas sigue la línea de San Marcos como regla. Pero lo narrativo es controlado y editado para enseñar en parábolas y omite episodios que no tienen interés para los lectores Judíos. La originalidad de San Lucas esta en su mentalidad religiosa: El es un fiel historiador del amor y la ternura de Cristo, y enfatiza la necesidad de hacer oración y el es el único de los Evangelios sinópticos que le da al Espíritu Santo la prominencia que encontramos en San Pablo y en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Estas cualidades combinadas con el gozo de Dios y la gratitud por los regalos de Dios de los cuales está lleno el tercer Evangelio es lo que hace de de San Lucas una proeza. Su estilo humano y acogedor es palpable en sus escritos.

El tercer evangelio se distingue por su calidad y esto es debido a la atractiva personalidad del autor, que brilla a través de todo su trabajo. San Lucas es al mismo tiempo un escritor lleno de talento y un hombre de marcada sensibilidad. El arregla su trabajo con su propio estilo, a su modo y pone su enfoque en dar información exacta con una narrativa ordenada. Sin embargo respeta sus recursos junto con su método yuxtaponiéndolo, esto quiere decir que aun San Lucas no esta en la posición para arreglar su material tradicional en una forma cronolόgica como San Mateo o San Marcos.

“Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.”
(San Lucas 11:28).

Este Evangelio nos invita a tener oídos para oír, a escuchar profundamente lo que el oído esta oyendo. Las buenas nuevas son excelentes. Ve hacia adelanta, disfruta, reflexiona, pondera, y escucha. Dondequiera que la Palabra de Dios se escuche, siempre será nueva, siempre será viva, siempre llena de poder, de luz, de sanación y de maravillas, aun si está es escuchada por primera vez.

Aquellas personas que escuchan la Palabra de Dios son parte esencial en el mundo ya que estas pueden hablar de ella. Todas las personas somos uno en el mundo, así como todas somos uno en la Palabra que se hizo carne entre nosotros. Este Evangelio nos trae las buenas nuevas para nuestra salvaciόn. Jesús es al mismo tiempo el mensajero y el portador del mensaje.