martes, noviembre 28, 2006

Adviento


Adviento del 2006 una Oportunidad para Reavivar la Esperanza en la Luz

Por
Lupita Vital Cruz

“Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.” (Mateo 2:9)

El Adviento da principio cuatro domingos antes de la Navidad y este año estaremos escuchando el Evangelio de San Lucas, iniciamos el ciclo “C” del calendario litúrgico. Les invito a reflexionar en las lecturas de cada domingo de Adviento. De esta forma estaremos bien preparados para recibir a Jesús que ilumina todas las tinieblas.

Primer Domingo de Adviento:
3 de diciembre del 2006
Lucas 21:25-28,34-36

¡Levanten la Cabeza y Oren!

“Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. Cuíden de ustedes mismos, no sea que una vida materializada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se cerrará como una trampa sobre todo los que estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.

Preguntas de Reflexión:
¿Qué significa levantar la cabeza y enderezar nuestra vida?
¿De qué forma puedes tú levantar la cabeza para poder ver a aquellas personas que están más pobres y necesitados a tú alrededor?


Segundo Domingo de Adviento:
10 de diciembre del 2006
Lucas 3:1-6

Dios esta por llegar nos lo dice Juan Bautista.

“Era el año quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio Pilato era gobernador de Judea, Herodes gobernaba en Galilea, su hermano Filipo en Iturea y Traconítide, y Lisanias en Abilene; Anás y Caifás eran los jefes de los sacerdotes. En este tiempo la Palabra de Dios le fue dirigida a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Juan empezó recorrer toda la región del Río Jordán, predicando bautismo y conversión, para obtener el perdón de los pecados. Esto ya estaba escrito en el libro del profeta Isaías:
Oigan ese grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Las quebradas serán rellenadas y los montes y cerros allanados. Lo torcido será enderezado, y serán suavizadas las asperezas de los caminos. Todo mortal entonces verá la salvación de Dios.”

Preguntas de Reflexión:
1. ¿Qué quebradas debemos de sanar en nuestras vidas?
2. ¿Cómo puedo suavizar la vida de las personas que viven a mi alrededor?

Tercer Domingo de Adviento
17 de diciembre del 2006
Lucas 3:10-18

No busquemos más en El está nuestra Alegría.

“La gente le preguntaba:¿Qué debemos hacer? El les contestaba: “El que tenga dos capas, que dé una al que no tiene, el que tenga de comer, haga lo mismo.” Vinieron también cobradores de impuestos para que Juan los bautizara. Le dijeron: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer? Respondió Juan: “No cobren más de lo establecido.” A su vez, unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué debemos de hacer? Juan les contestó; “No abusen de la gente, no hagan denuncias falsas y conténtense con su sueldo.”
El pueblo estaba en duda, y todos se preguntaban interiormente si Juan no sería el Mesías, por lo que Juan hizo a todos esta declaración: “Yo les bautizo con agua, pero está por llegar uno con más poder que yo, y yo no soy digno de desatar las correas de sus sandalia. El los bautizará con el espíritu Santo y el fuego. Tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus graneros, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga.” Con estas instrucciones y muchas otras, Juan anunciaba la Buena Nueva al pueblo.

Preguntas de Reflexión:
1. ¿Cómo podemos ser más justos con nuestro prójimo y compartir lo que tenemos?
2. ¿Cuál es nuestra actitud cuando nos critican, rechazan y cuando no nos entienden?
3. ¿Qué nos hace falta en la familia, sociedad, y comunidad para ser realmente felices?

Cuarto Domingo de Adviento
24 de diciembre del 2006
Lucas 1:39-45

Esperemos con María Ella es la clave del Adviento.

“Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: “¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!” ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!

Preguntas de Reflexión:
1. ¿Cuál es el secreto de María? ¿De qué forma Ella puede ser nuestra guía para que nosotros encarnemos a Jesús en nuestras vidas?
2. ¿Por qué la Iglesia la llama Discípula por excelencia?

Deseo que todas las personas del mundo entero nos preparemos para recibir a Jesús en nuestras vidas. Ojalá que la Navidad no se convierta tan solo en cosas materiales y quede en deudas y problemas. Pidamos a Jesús que termine la guerra, los malos gobernantes, las injusticias con los inmigrantes, el terrorismo, la envidia y la ignorancia. La persona humana merece ser feliz y respetada en cualquier parte de la tierra. ¡Ese es el Deseo de Dios! Luchemos por cumplirlo.