sábado, diciembre 06, 2008


La Maravillosa Temporada del Adviento
Por
©Lupita Vital Cruz
Vital@dsj.org

El tiempo que la Iglesia nos ofrece en este preciso momento es de gran riqueza. Reflexionemos por un momento y démonos cuenta que las lecturas son una riqueza única para nuestro cambio interior.

¡Ven Señor Jesús! No tardes en llegar, mira que el mundo vive en tinieblas y necesitamos tú luz urgentemente. Debemos de hacer una transición del corazón y para eso debemos de tomar en cuenta lo siguiente. Veamos como el Señor Jesús de su trono de Rey (Solemnidad de Cristo Rey) baja al pesebre y nace pobre. (Navidad). Esto nos indica que al dejar su trono el Señor y nacer pobre en un pesebre nos invita a hacer lo mismo. Amor como EL, a ser pobres de corazón y de espíritu y compartir lo que somos y tenemos con las personas que nos rodean.

Seamos pues portadores de la Buena Nueva en este tiempo de Adviento y sigamos cantando al Señor para que venga pronto, porque al mundo le falta amor. También debemos de darnos cuenta que ya se acerca la Navidad, las semanas del Adviento vuelan y entre miles de cosas nos atrapa la Noche Buena y para nuestra sorpresa no estamos preparados para gozar de ella. Para que no nos pase que nos quedemos sin haber reflexionado ni siquiera un poco en lo que los Profetas, Juan Bautista y la Virgen María nos tratan de decir en este tiempo tan especial.

Las invito a Transformar la Navidad preparándonos bien en el Adviento. No matemos el Adviento por celebrar la Navidad antes del tiempo indicado. Es decir hay tanto alboroto en las tiendas y en los medios de comunicación que cuando llega la Navidad ya estamos cansados y aburridos para recibir a Jesús. Pero, vale la pena que nos preguntemos ¿Cómo hacerle? ¿Qué puede ayudarme a prepararme mejor en este Adviento? Hay tantas cosas que tenemos que hacer. Bueno, Analicemos los siguientes pasos.

Pensemos….
Que
lo que estamos viviendo es muy importante, se trata de esperar al Señor Jesús en su momento histórico, nacimiento, pero a la ves le decimos que Venga Pronto, es decir su segunda venida la Parusía. (Apocalipsis 22:20) Ven, Señor Jesús. ¿De verdad deseo que el Señor Jesús venga ya? ¿Cómo espero su venida? ¿Estoy preparado?

Hagamos caso a la invitación del Profeta Isaías que nos indica el camino para llegar al Mesías. Vuélvete, y practica la justicia y no pierdas de vista los mandamientos. ¿Cumplo con amor los mandatos del Señor? ¿Qué es lo que me dice el Señor en estos días del Adviento? ¿Es algo especial, es algo que debo cambiar?

Juan Bautista nos anuncia desde el desierto que debemos de preparar el camino del Señor. El anunciaba que “Viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias.” ¿Qué facetas de tu vida necesitan de conversión? ¿Debes de reconciliarte con algún miembro de tú familia?

La Virgen María,
se regocija en el misterio de ver como Dios actúa en su vida y en la de todas aquellas personas que le aman. La misericordia de Dios llenó el vientre de María y la Palabra se hizo Dios entre nosotros, gracias a su. “Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que me has dicho.” ¿Qué es lo que te causa alegría en tú vida? ¿Cómo te relacionas con la Virgen María? No, olvides que es ella la que nos lleva a Cristo.

Sigamos preparándonos en este Adviento para recibir al Señor que ya llega a nosotros. ¡Ven, Señor Jesús, no tardes en llegar!

©Lupita Vital Cruz
Vital@dsj.org