El “Sí” de María nos trae la Vida de Dios
Por
Lupita Vital Cruz
Cuando empezamos a prepararnos para celebrar el Adviento, automáticamente estamos caminando con María para recibir al Señor Jesús. No podemos llegar a la Navidad sin ver la grandeza del “Sí” de María. La Biblia nos dice que apenas unos cuantos días de embarazo la Virgen María fue presurosa hasta las montañas ubicadas en Judá, para visitar a su prima Isabel. (Lucas 1:39-56).
La Iglesia nos invita a celebrar a la Virgen María desde el 21 de noviembre. En esta fecha se festeja la Fiesta de la Presentación de María al Templo. Desde este tiempo se puede tener un poco el sabor del Adviento, ya que es Ella la que nos trae a Jesús.
En diciembre se celebramos dos grandes fiestas, que son la Inmaculada Concepción de María y cuatro días después celebramos con gran fervor la Virgen de Guadalupe Patrona de las Américas. No cabe duda es María la portadora del Adviento.
¿Pero cómo podemos aumentar nuestra espiritualidad Mariana? ¿Qué podemos admirar en María que nos ayude a llegar a Jesús? ¿Cómo nos enseña María a practicar la justicia en nuestra comunidad, familia y sociedad?
Los siguientes puntos nos pueden ayudar a completar nuestra jornada de Adviento, guiados por María.
María fue una persona que supo encarnar al Hijo de Dios dándole la vida, por lo tanto debemos de reflexionar en la forma en que Ella respondió al ángel en la Anunciación (Lucas 1:26-38). María amó hacer la voluntad de Dios durante toda su vida y en esta ocasión brotó como fuente de agua cristalina el amor interno en el “Sí” y se hizo externo.
¿Cómo es tu relación personal con Dios? ¿Puedes dar un si externo a lo que Dios te pide cada día de tu vida?
María supo esperar y a la misma vez estaba presente en la hora de Dios. O sea viviendo el tiempo presente de su tiempo. No fue una mujer pasiva sino todo lo contrario, hace realidad su experiencia de Dios en su jornada de fe. Lo demuestra acompañando a Jesús desde el momento de su concepción hasta el pie de la cruz.
¿De qué forma veo y utilizo el tiempo? ¿Cuándo me detengo para apreciar la creación que me rodea? ¿Qué debo transformar en este tiempo de Adviento para mejorar mi vida?
María mujer de esperanza y gozo que nos enseña la forma de ver continuamente la providencia de Dios en los sucesos de la vida cotidiana. Ella nos invita a descubrir dentro de nosotros mismos la apertura a los planes de Dios en la vida de cada uno de nostros.
¿Dónde ve usted la providencia de Dios en su vida? ¿Cree usted que todo lo puede y que Dios es solamente para los momentos difíciles en la vida?
Deseo que en esta segunda semana de Adviento giremos nuestro corazón hacia María que nos muestra donde esta Jesús. Seamos personas de esperanza y consuelo en este tiempo de espera y proclamemos con alegría . “Ven Señor Jesús.”
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