Por
Lupita Vital C.
Escribir sobre la Virgen María es siempre un gozo muy grande, ya que es ella la que nos enseña a cantar las maravillas que el Señor Dios ha hecho por nosotros. Su fidelidad y confianza en Dios han sido admiradas por todas las generaciones y ella misma se dijo dichosa por haber sido la escogida para ser la Madre del Redentor. (Lucas 1:39)
Espejo del Señor,
¡oh fuente de la gracia,
unida al Redentor!
Belleza sin mancilla,
Encanto virginal,
Tú eres la alegría,
La gloria del mortal.
¡Oh vara florecida
del tronco de Jesé!,
en gracia concebida,
¡oh gloria de Israel!
Dichosa por los siglos
Los pueblos te dirán:
Tú fuiste del Dios vivo
La aurora celestial. Amén.
Una forma de honrar a la Madre del Señor es participando en la Misa en está Fiesta de la Inmaculada. Además es una gran oportunidad de unirnos al pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica celebrando juntos a su Patrona, la Inmaculada Concepción de María. Felicidades también al País de Nicaragua ellos también están bajo la protección de la Inmaculada. ¿Qué causa tanta alegría? ¡La Concepción de María! No olvidemos que María es la que nos conduce a Jesús a través del Adviento.
¿Qué regalo le pides a María Madre de Dios y Madre Nuestra en este Adviento?
Recuerda, lo que el Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el # 973 "Al pronunciar el "fiat" de la Anunciación y al dar su consentimiento al Misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo el Hijo. Ella es la madre allí donde El Salvador y Cabeza del Cuerpo místico."
Oración: Santa Madre, enséñame a decir sí con sencillez, dime que es fácil caminar tomado(a) de tu mano fuerte y cumplir como tú la voluntad de Dios. Madre del Adviento ayúdame a esperar a Jesús como tú lo hiciste. Amén.
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